Monday, June 16, 2008

Amartya Sen y la democracia como valor universal

Amartya Sen describe lo que, desde su punto de vista, ha sido el acontecimiento del siglo XX: tras los sucesivos fracasos de regímenes de corte totalitario (de derechas e izquierdas) la democracia se ha erigido como el sistema de control social más logrado e ideal. Como valor universal.

Recién sería en el siglo XX cuando la democracia alcance una dimensión universal al reconocer que los diferentes países deben estar preparados mediante la democracia y no para ella. Igualmente, en este mismo siglo es cuando se acepta un sufragio para todos los adultos, incluyendo a las mujeres.

Sen propone a la democracia como el sistema que ofrece mayores facilidades para el desarrollo, sin embargo, no es garantía para la consecución. Frente a dicha incertidumbre de no encontrar un sistema política que asegure el bienestar económico, el economista indio se anticipa al argumento (conocido como la “Hipótesis de Lee”) que señala que la supresión de derechos civiles y políticos es la receta adecuada para alcanzar niveles de desarrollo económico en los países. Si bien la democracia no garantiza dicho desarrollo económico, su defensa será necesaria en tanto la democracia y la libertad política resultan como un valores en sí mismos (sin esperar una gestión por resultados de por medio) que deben ser defendidos.

Ante el dilema que (de forma innecesaria) enfrenta democracia versus desarrollo económico, Sen indica que el crecimiento de una nación no se debe a la imposición de determinado régimen político sino a la instauración de una serie de políticas económicas y sociales “sensatas” en las que, una vez más, se defienda el valor per se de la democracia.

No obstante no asegure el certero crecimiento económico, la democracia, a partir de la evidencia empírica recogida por Sen, sí tiene la capacidad de volver menos vulnerable a los países ante shocks climáticos. Los desastres naturales dan lugar a períodos de hambruna cuya duración tiene una correlación negativa con el nivel de democracia de la nación afectada. Dicho esto, queda claro que, a más democracia, menos tiempo de hambruna. Esto reafirma el valor obtenido por la democracia.

Siguiendo con el tema de las políticas sensatas y el crecimiento económico, el también filósofo indio presenta el caso del modelo de desarrollo de Asia oriental. En estos países se enfatizó ciertos aspectos (“políticas eficaces”) como la apertura a la competencia y los mercados internacionales, incentivos públicos para la inversión y exportación, aumento del nivel escolar y cultural y las reformas agrarias exitosas. En línea con ello, todas estas políticas eficaces resultan totalmente compatibles con un sistema democrático. Por otro lado, ninguna de estas medidas precisa su instauración a través de mecanismos violentos.

Cuando los detractores de la democracia aluden al tema cultural como impedimento para su desarrollo, Sen los refuta indican tal argumento como falaz. El argumento de las diferencias culturales supone el apoyo al tema de las diferencias geográficas. Citando las tergiversaciones atribuidas al discurso clásico de las tradiciones de la India, Oriente Medio e Irán, se apela a la demostración de la diversidad dentro de la misma Asia oriental. Desmintiendo algunos mitos, Sen señala que ni Confucio recomendaba la lealtad ciega al Estado, en sacrificio de la democracia. “La diversidad es una característica propia de la mayoría de las culturas, y la civilización occidental no es una excepción”, sentencia Amartya Sen. Si la diversidad también ha sido propia de Occidente, no hay razón para que el resto del mundo no incorpore a la democracia dentro de su modelo de desarrollo.


Personalmente, coincido con la mayoría de argumentos delineados por Sen. Las funciones de la democracia que el autor describe se refieren 1. al valor intrínseco, 2. al rol instrumental y 3. rol formativo, todos de la democracia. El valor intrínseco resulta indispensable en tanto se sustenta en el derecho natural a las libertades individuales en búsqueda del bienestar habitual. El rol instrumental se centra en trabajar la relación entre los hacedores de políticas públicas y el pueblo, relación que genera los incentivos para una correcta toma de decisiones.

Este rol instrumental fomenta la transparencia mientras el pueblo sostiene detrás sus demandas de atención política y económica dando pie a una relación dinámica y eficiente. Finalmente, se tiene el rol constructivo que se ejerce a partir del diálogo y la comprensión del otro. La democracia ofrece la oportunidad a los ciudadanos de aprender el uno del otro y viceversa. Este carácter mutuo adquiere vital importancia en su aplicación en países multiculturales en los que ciudadanos sean parte de un modelo de desarrollo que no implique la postergación de las tradiciones diversas y que, por el contrario, permita conservar la pluralidad cultural del país.

En países como el Perú, marcados por sistemas e instituciones democráticas inestables, débiles y susceptibles a giros violentos en materia política, comprender la esencia del concepto de democracia resulta vital. Sen acierta al no identificar a la democracia únicamente como el gobierno de la mayoría. Una democracia, al margen del respeto al voto mayoritario, implica la protección de las libertades, el respecto a los derechos legales y la garantía de la libre expresión. Esto debería socavar cualquier tendencia represiva hacia las minorías (étnicas, religiosas, políticas, etc.) por parte de la democracia.

Lamentablemente, a nuestro entender, esta situación aún no ha sido alcanzada en la sociedad peruana. Aproximándonos al ámbito político, sucede que la democracia en el Perú, al ser entendida como el régimen de la mayoría dominante (regla de la mayoría, según Schmitter y Karl), tiende a reprimir a las minorías, reduciéndolas a meros caprichos ideológicos o tildándolas de “perros del hortelano”. Hasta ese punto se puede llegar…

Friday, June 06, 2008

No es el poeta: un entrañable economista del año (y mención al blogger)

Las viejas generaciones, rancias y desactualizadas (casi rendidas ante las limitaciones atribuidas a su disciplina académica), van perdiendo el prestigio y la admiración local de la que en algún momento fueron acreedores en los tiempos de los sistemas de información restringidos. Actualmente, y para beneficio de las nuevas promociones de economistas, el acceso resulta mucho más abierto y libre. No hay imposición de líneas ideológicas, ni mucho menos. Dichosamente.

Y es así. El mercado de economistas en el Perú está expandiéndose y cada vez aparecen flamantes doctores en economía (porque se la juegan por su profesión) que se muestran empapados de conocimientos sofisticados y teorías modernas y plenamente actualizadas. Son estos PhD junior los que tienen la tarea de cerrar esa brecha tecnológica que, como bien señala Sílvio Rendón en IS-LM y el entrampamiento tecnológico, nos mantiene distantes de lo que se avanza en el resto del mundo.

En ese sentido, y confesando un alto índice de subjetividad y sesgo en el presente artículo, quisiera reconocer, a título muy personal, a un excelente joven economista peruano: César Calvo Cervantes.

Experto en pobreza y en microeconometría, César es un economista graduado de la Universidad del Pacífico en 1996. Luego de recibir el Premio Especial Robert Maes, por ocupar el primer puesto de su promoción, trabajó durante cuatro años en el Centro de Investigación de la universidad, donde se desempeñó al lado del Profesor Rafael Cortez. Durante su instancia en el CIUP, co-publicó dos documentos "La focalización del gasto social: los efectos-incentivos en los hogares beneficiarios" y Nutrición infantil en el Perú: un análisis empírico basado en la Encuesta Nacional de Niveles de Vida 1994.

Es así que en el 2001 es admitido en el programa de Doctorado en Economía de la Universidad el Oxford, centro de estudios en el que destacó en el plano académico. En primer lugar, obtuvo el premio “Keeley Senior Scholarship, Wadham College”, gracias a su distinguido rendimiento académico dentro del College. Luego mereció el “George EBB Medley Prize” por lograr el mejor resultado general en la maestría. Finalmente, logró conseguir el “Luca D’Agliano Prize”, por la mejor disertación en el programa de maestría.

“Ensayo sobre los vínculos entre riesgo y pobreza” fue el nombre de su disertación doctoral. En el marco de la teoría microeconómica neoclásica, la primera parte de la tesis consistió en estimar el punto en que el temor de la gente a evitar riesgos puede generar decisiones que los entrampe en la pobreza.

El tema de la vulnerabilidad, concepto acuñado por el Banco Mundial en el 2003, fue defendido en la segunda parte de la tesis. Calvo trata de definir el significado del término en mención y establecer herramientas para medirlo. César concibe la vulnerabilidad como “la magnitud de la amenaza de caer en pobreza en el futuro”.

En acto público en la Universidad de Oxford, César Calvo recibió el grado de D.Phil. in Economics en octubre de 2007. Actualmente, se desempeña como profesor de economía en la Universidad de Piura – Campus Lima y en la Escuela de Post-Grado de la Universidad del Pacífico, su alma mater.

Por otro lado, creemos justo y necesario reconocer a otro economista peruano de insaciable talento: Sílvio Rendón. Actualmente, Sílvio ocupa un puesto como profesor en el Departamento de Economía de la State University of New York at Stony Brook, habiendo pasado por centro académicos como el ITAM de México y la University of Western Ontario.

Graduado como economista de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el doctor Rendón recibió el grado académico de Ph.D. in Economics en la New York University, en septiembre de 1997. Una revisada a su Curriculum Vitae nos permite conocer sus áreas de especialización: economía laboral, econometría aplicada, macroeconomía y organización industrial.

Al margen de sus importantes aportes a las ciencias económicas, cabe destacar el carácter multidisciplinario de Sílvio, expresado en los múltiples artículos que publica cuasi religiosamente en su blog, El Gran Combo Club. Blog que lo ha convertido en un de los bloggers más leídos y, a la vez, resistidos en la blogósfera. Recuerdo, entre varios, un artículo que me impresionó y cambió mi percepción sobre lo que teníamos como misión las nuevas generaciones de economistas en el Perú. Se trata del post Respuesta a un/a estudiante de economía (III). En él propone un cambio de paradigmas de las principales escuelas de economía del país e, implícitamente, una emancipación académica de sus estudiantes ante la resistencia reaccionarios de las “viejas glorias” nacionales.

Como epílogo a este pequeño artículo, recalco esencialmente a estos dos economistas como ejemplos de renovación del conocimiento en la rama de las ciencias sociales que es “víctima” de los cambios más feroces durante los últimos años, la economía. Resulta necesaria la actualización y la alineación con las comunidades académicas que proponen los últimos y más recientes tecnificaciones de nuestra querido carrera. Decir que, tanto César como Sílvio, son prueba innegable de ello no se aleja para nada de la verdad.

Tuesday, June 03, 2008

Comentarios alrededor de la reducción de pobreza en el Perú

Personalmente, creo que el tema debe enfocarse con especial énfasis al significado de cada una de las cifras que señalan una reducción de la pobreza en el 2007. Sin embargo, siempre el tema de un mal manejo de las cifras será motivo de discusión. Expondré algunos puntos al respecto.

En primer lugar, "para la elaboración del mencionado informe (sobre la reducción de la pobreza en el Perú), el INEI instaló un comité asesor conformado por Javier Herrera (IRD), Renos Vakis (BM), Juan Pichihua y Javier Kapsoli (MEF), Judith Guabloche (BCR), Javier Escobal (GRADE), José Rodríguez (PUCP), Gustavo Yamada (UP), Miguel Macedo (MIMDES) y Félix Grández (Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza)" (fuente aquí).

Eso significa que el equipo técnico ha sido conformado por gente en su mayoría capaz. Conozco a algunos (Yamada, Escobal y Kapsoli, específicamente) y dudo que se presten a cualquier manejo sucio por parte de INEI.

Segundo, Farid Matuk se ha quejado y ha atribuido dichas sorprendentes cifras a una selección de muestra inadecuada y arbitrariamente escogida en función de los intereses del INEI y, consiguientemente, del gobierno. Bueno, si vieron la entrevista que el domigo 1 de junio, en su programa Sin Rodeos, hizo Hans Landolt a Gustavo Yamada y Javier Escobal, este último señaló que, si se utilizaba la muestra recomendada por el ex-jefe del INEI, los resultados hubiesen arrojado cifras aun más alentadoras (un punto porcentual de menos pobreza en el país). Argumento descartado.

Tercero, Alejandro Toledo (BA, UCSF; PhD, Stanford) declaró que no creía en las cifras presentadas por INEI. Ello debido a que ni China ni India habían reducido su pobreza a tasas tan altas (leer El Comercio aquí). Bueno, ayer, en la Hora N, Javier Escobal (y la lucidez que lo caracteriza) mencionó una lista de países que, en efecto, habían reducido en un año su pobreza en más de 5 puntos porcentuales. Lamentablemente, no tengo la lista exacta, pero esta incluía países como Chile, Colombia, etc. Es decir, países no muy lejanos al nuestro. En total eran más de 40 casos, eso sí recuerdo bien. Otro argumento descartado.

Finalmente, y regresando al tema de saber interpretar los número del último informe de INEI, esta reducción no hace más que revelar el carácter ineficiente del gasto público y el canon destinado a los gobiernos regionales. Si desagregamos las cifras, vemos que "la selva es la región que presentó la mayor disminución de pobreza, pasando de 56,6%, registrado en el 2006, a 48,4%, representando una disminución de 8,2 puntos porcentuales" (fuente aquí). ¿Eso qué significa? Que son los departamentos en que se desarrolla actividad informal los que reducen su pobreza (¿minería informal?). Sin embargo, departamentos como Cajamarca (¿Yanacocha y cía?) mantienen índices de pobreza espantosos (64.5%).

Estos últimos datos revelan falencias sensibles en términos de focalización e inversión social, mas no de sucio manejo de cifras de INEI.